El aluminio sólido, a menudo llamado simplemente aluminio, es un metal ligero, fuerte y flexible, caracterizado por una buena resistencia a la corrosión y una excelente conductividad térmica y eléctrica. Muy abundante en la corteza terrestre, se utiliza en diversas aplicaciones industriales y comerciales, como el transporte (aviones, coches, bicicletas, trenes), envases (latas, láminas), construcción (ventanas, puertas, estructuras), utensilios de cocina y muchos otros ámbitos.
La ligereza, la resistencia a la corrosión y la sostenibilidad son otras características que hacen de este material una excelente elección. Además, es muy fácil de mecanizar a alta velocidad, sin chispas y permitiendo una larga vida útil de la herramienta.