Los materiales compuestos encuentran aplicación en una amplia gama de productos acabados, aprovechando sus propiedades únicas, como alta resistencia, peso ligero, resistencia a la corrosión, facilidad de limpieza y mantenimiento, y aislamiento térmico y acústico. Estos materiales se han convertido en fundamentales en diversos sectores, como la arquitectura y la construcción, la aeronáutica, la automoción, el transporte y la industria en general.